Antes
del 1 a 1
por
Don Peppers
Mientras
los “gurúes” en todo el mundo tratan de implantar
estrategias de 1 a 1 en distintas compañías, existen
algunos factores de largo alcance a tener en cuenta antes de
aplicarlas.
Desde
el principio los productos o servicios se relacionan con los
clientes y son aquellos “momentos de la verdad”
en donde debemos saber responder a las necesidades
demandadas por ellos. Si bien el Marketing de 1 a 1 lo hemos
definido como “Tratar de un modo distinto a los
distintos clientes”, tenemos que tener la visión
completa del problema.
Las
personas crean productos o servicios para su comercialización.
Es entonces en nuestros recursos en donde tenemos el primer
punto a considerar. Es necesario que nuestros recursos estén
capacitados y que tengan "conciencia de servicio",
ya que el trabajo que realizan es por y para el cliente,
ellos deben sentirse parte de la solución. El 50% del
problema está resuelto cuando tenemos personas
comprometidas con el cliente. Ahora viene la parte más fácil
en donde la alta dirección define las necesidades del
mercado, el desarrollo de productos y la aplicación de las
estrategias. Digo que es la parte más sencilla del trabajo,
porque nunca he visto ganar a un equipo con objetivos y
metas claras, pero sin vocación de servicio. Sin embargo he
visto empresas crecer con la voluntad y la vocación de su
gente.
La
mecánica real de la estrategia del Marketing 1 a 1 se
fundamenta en el conocimiento de las diferencias entre los
clientes y de cómo éstas deberían influir en la conducta
de la empresa hacia cada cliente en concreto. Si bien la
idea es muy sencilla, instaurar un Plan de 1 a 1 no lo es,
ya que como vimos este tipo de trabajo implica mucho más
que la venta y el marketing, debe ser un compromiso de toda
la empresa, ya que debe ser capaz de cambiar la configuración
de sus productos o servicios en función a las necesidades
de cada cliente.
Cuando
una empresa domina realmente todos sus recursos para
intentar satisfacer las distintas necesidades de cada
cliente, la denominamos empresa individualizada ya que
considera que cultivar y gestionar su relación con los
clientes es su meta más importante; asimismo, comprende que
la fortaleza o debilidad de esas relaciones constituye el
elemento clave que determina la rentabilidad y el éxito de
la empresa en el largo plazo.