Primero
la Calidad
por
Kaoru Ishikawa
Si
una empresa sigue el principio de buscar "primero la
calidad", sus utilidades aumentarán en el largo plazo,
mientras que si persigue la meta de lograr utilidades en el
corto plazo, perderá competitividad en el mercado
internacional y a la larga sus ganancias disminuirán.
La
gerencia que hace hincapié en calidad ante todo, ganará
paso a paso la confianza de sus clientes y verá crecer sus
ventas paulatinamente. A la larga sus utilidades serán
grandes y le permitirán conservar una administración
estable. Pero una empresa que siga el principio de
"primero las utilidades", posiblemente las obtenga
rápidamente, más no podrá conservar su competitividad por
mucho tiempo.
Todo
esto se dice muy rápido. En la práctica, empero, muchas
empresas siguen funcionando sobre la base de
"utilidades primero". Quizá proclamen:
"primero la calidad", pero en producción solo les
interesa bajar costos. Hay quienes temen todavía que
mejorar la calidad significa subir los costos, lo que a su
vez reduciría las utilidades. Es cierto que los costos
aumentan temporalmente cuando se mejora la calidad del
diseño; pero la compensación inmediata se encontrará en
la capacidad que adquiere la empresa para satisfacer las
exigencias de sus clientes y enfrentar con éxito la
competencia en el mercado.
No
es difícil puntualizar las ventajas adicionales. Si se
mejora la "calidad de aceptación", paulatinamente
disminuirán los defectos y aumentará el porcentaje de
piezas "de paso directo". Habrá una disminución
notable en el número de rechazos, en la corrección de
piezas, en los ajustes y en los costos de inspección. Esto
dará por resultado una considerable economía de costos,
acompañada por una productividad más alta. Sin este
beneficio, la automatización del proceso se hace
virtualmente imposible y son incocebibles las fábricas
manejadas por robots. En realidad, la mejora de calidad del
diseño es el primer paso para aumentar las ventas y las
utilidades y para reducir los costos.
Esta
afirmación se confirma ampliamente en la competencia entre
el Japón y los Estados Unidos en los mercados de
automóviles, televisión en colores, circuitos integrados y
acero. Solo en época muy reciente algunos norteamericanos
han comenzado a comprender este hecho. En algunas áreas, el
capitalismo chapado a la antigua sigue dominando en Estados
Unidos. El propietario, el presidente del directorio o los
miembros del mismo, son los que buscan y contratan a un
nuevo presidente de la compañía, el cual, siendo así
escogido, se ve obligado a producir utilidades rápidamente
si no quiere ser despedido. No tiene tiempo para pensar en
utilidades de largo plazo. Se ve obligado a preferir una
utilidad rápida, y al proceder de esa manera pierde el
partido con los japoneses.
En
términos generales, cuanto más alto sea el puesto que el
gerente ocupe en la escala jerárquica, más largo deberá
ser el período que se considere al evaluar su trabajo. En
el caso del presidente de la compañía, del jefe de la
dicisión de marketing y del gerente de producción, la
evaluación debe basarse en el trabajo realizado en un
período de 3 a 5 años. Si no se tiene esta política estas
personas tal vez busquen solo utilidades a corto plazo y
descuiden tanto la calidad como la inversión en equipos.
Esa es una manera segura de que la empresa pierda utilidades
en el largo plazo.